Morad, uno de los artistas más destacados de la escena urbana actual, anuncia hoy su primera gira de arenas que arrancará el 8 de septiembre en la Marina Norte de Valencia, pasará el 5 de octubre por el Bizkaia Arena - BEC! de Bilbao, el 23 de diciembre por el WiZink Center de Madrid y finalizará el 3 de enero de 2025 en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Originario de L'Hospitalet de Llobregat, Morad ha sabido destacar dentro de la escena urbana por un estilo que salta del drill al trap y del rap clásico al UK garage, siendo uno de los artistas más escuchados del país: en 2020 acumuló 100 millones de visitas con tres himnos como "Motorola", "Normal" y "Yo no voy".
En 2021, cuando parecía haber tocado techo, alcanzó el disco de oro con "¿Cómo están?", "Soñar", "Pelele", "Cuando ella sale" o "Toca". Además, a finales del mismo año, su single "Seguimos" formaría parte de la banda sonora oficial del FIFA 2022 de Play Station, lo que provocó una creciente proyección internacional que le llevaría a conquistar 14 ciudades europeas en 8 países diferentes con su gira MLDR Euro Tour.
En 2022 comenzó haciendo historia por la repercusión de "Pelele" y su sesión con BZRP, dos hits virales que le llevaron a ser el primer artista español en ocupar las dos primeras posiciones de Spotify España durante más de un día. Un año después, volvía con "Reinsertado", marcando el cuarto mejor debut español en la historia de Spotify y debutando como número 2 mundial en la plataforma, superando los 10 millones de escuchas.
Su influencia no tiene fronteras, y a finales del pasado año, Morad realizó su segunda gira europea actuando en ciudades como Lisboa, Colonia, Zúrich o Milán, colgando el cartel de sold out en cada una de las fechas. Y finalizaba el año llenando el WiZink Center por partida doble junto a Dellafuente en el Red Bull SoundClash ante 24.000 asistentes.
Pero su huella va más allá de las reproducciones, se mide a pie de calle donde su música está sonando en el parque, en el metro de camino a casa o al trabajo, en el coche que pasa con las ventanillas bajadas o en los pasillos de las escuelas de secundaria, Morad ha conseguido conectar con toda una generación.
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